Desde una perspectiva política, se debe reconocer que la investigación científica y el desarrollo tecnológico en el Perú son acciones estratégicas para reducir el riesgo ante los fenómenos naturales, la protección del medio ambiente y de los ecosistemas de montaña. En este sentido, es alentador ver cómo el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), ambos adscritos al Ministerio del Ambiente (MINAM), se unen bajo una iniciativa conjunta para sumar capacidades y emprender proyectos con resultados orientados a entregar productos de valor público para la población.
Entre los proyectos desarrollados gracias a la sinergia entre ambas instituciones, destacan EROS-ISOGLAS, que mediante el análisis de sedimentos, suelos y aguas en la cuenca del Santa busca entender cómo el retroceso de los glaciares afecta la disponibilidad y calidad del agua y los ecosistemas de montaña. De igual manera, el proyecto TAMYA busca comprender el impacto del cambio climático en los cuerpos de nieve andinos en el nevado Huaytapallana.
El IGP, como institución líder en investigación científica y tecnológica, ha demostrado su capacidad para desarrollar proyectos de gran impacto en la sociedad peruana, entre ellos la construcción del primer radar meteorológico hecho por peruanos, Radar SOPHy, el cual permite detectar precipitaciones (lluvias) en un rango de 60 kilómetros.