Como recordamos, la presente erupción del volcán Ubinas (Moquegua) se inició el 22 de junio de 2023 y, la fase de explosiones volcánicas, el 4 de julio. Este incremento de actividad dio lugar al cambio de nivel de alerta volcánica. Actualmente, el Ubinas se encuentra en alerta naranja.
Precisamente, la actividad explosiva vino acompañada con mayores emisiones de ceniza que afectaron a las localidades ubicadas próximas al volcán. En ese sentido, entre julio y agosto de 2023, los pobladores de los distritos de Ubinas, Matalaque, Chojata, Lloque, Yunga y San Juan de Tarucani, principalmente, así como sus medios de vida, fueron impactados por frecuentes episodios de caída de ceniza.
La fase explosiva que inició en julio fue el reflejo, desde el punto de vista geofísico, del registro e incremento de señales sísmicas ocurridas al interior del volcán, relacionadas con el ascenso del magma que, una vez en superficie, fue observado en forma de cenizas. En paralelo, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional, detectó un leve proceso de deformación superficial, es decir, se registró una inflación del cono volcánico menor de 7 mm. Otros parámetros detectados por el IGP fueron el incremento de la emisión de gases volcánicos como el SO2 y el CO2, además de eventuales detecciones de puntos de calor sobre el cráter del volcán que indicaban la cercanía de dicho magma a la superficie.
Actualmente, y durante la primera semana de septiembre, el volcán Ubinas no ha presentado más explosiones volcánicas. Al interior del volcán se detecta muy baja ocurrencia de sismos relacionados con el movimiento del magma y una disminución general de otros parámetros de monitoreo. Esto indica que no ha ocurrido un nuevo aporte magma que, en el corto plazo, se traduzca en la generación de nuevas explosiones. De continuar este mismo comportamiento en las siguientes semanas, el volcán Ubinas, al igual que en la erupción de 2019, habría culminado su actual proceso eruptivo.
El IGP realiza diariamente una evaluación de los parámetros geofísicos y químicos detectados en el volcán Ubinas a través de los instrumentos que transmiten información en tiempo real a la sede del IGP en Arequipa. Nuestro fin es identificar cambios o indicios que nos indiquen la continuidad o no de la actual erupción, ello con el fin de informar a las autoridades y población los escenarios que podrían presentarse. De esta manera, en el IGP continuamos haciendo «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa